Ser una persona se comporta a cabalidad en todo lugar y con todas las personas
Ser una persona correcta, honesta, leal, firme, veraz, comprometida, consecuente con sus principios
Ser una persona cuyos pensamientos, palabras y a acciones son las que se esperan de él, en cualquier momento, aún en circunstancias difíciles
Ser una persona que se esfuerza, que se supera, que se levanta de las caídas
Ser una persona que sabe perdonar y pedir perdón, que respeta a los mayores, a los niños, a los superiores, a los subordinados, a lo s pobres, a los ricos, a los sanos, a los enfermos
Ser una persona de confianza en lo que dice y en lo que hace, en el ejercicio de su profesión en su trabajo, en los deportes, en las relaciones interpersonales.
Ser una persona agradecida, que sabe reconocer el bien que le hacen los demás y que ayuda a todos sin esperar recompensa.
Ser una persona cumplidora de sus deberes públicos, en el ejercicio de sus derechos ciudadanos, en sus compromisos políticos, económicos y sociales.
Ser un cristiano que vive a plenitud la vida de fe, agradeciendo a Dios los beneficios recibidos, acudiendo a él en la necesidad y practicando fielmente sus mandamientos
Ser una persona sin tacha, sin dolo, sin engaño, sin adulteraciones, sin fingimiento, sin apariencias falsas
Ser una persona auténtica, que se acepta a sí mismo como es con sus cualidades y limitaciones.
Ser una persona que se da, se entrega colocando toda su s capacidades, cualidades y habilidades al servicio de los demás
Ser una persona positiva, optimista, que construya, que crea que aporte eficientemente a la familia a la patria, a la sociedad, a la iglesia
Ser una persona que vive los valores cristianos, sobreponiéndose a los respetos humanos y a las consideraciones paladines
Ser una persona que no se cansa de ser bueno ni hacer el bien